11 de octubre de 2012

La venganza del conde Skarbek

Hacía tiempo que tenía ganas de hacer una entrada de cómic sobre Rosinski, uno de mis dibujantes de cómic favoritos y he elegido esta obra porque, ademas de poder observar  al veterano maestro polaco en todo su esplendor, es una lectura muy recomendable llena de intrigas, venganzas y sorpresas.





De la venganza del conde Skarbek bien se puede decir que es un entretenido pastiche de la gran obra de Alejandro Dumas, El conde de Montecristo, mezclado con aventuras de piratas e intriga judicial. El guión corre de la mano del belga Yves Sente, bastante popular últimamente en el mercado europeo y que en mi opinión es de esos escritores "cumplidores", que saben bien su oficio, pero sin la chispa genial de los buenos guionistas originales.

Esta historia está bien desarrollada, quizá es de lo mejor suyo, pero existen demasiadas referencias, apoyos y guiños a la obra de Dumas,  que suponen restarle originalidad y mérito.

Por el otro lado el trabajo gráfico de Rosinski es brutal, este artista ha experimentado una evolución completa desde sus primeros tomos de la mítica serie Thorgal. En este cómic casi parece que pinta, deformado su estilo clásico (que quizá me gustaba más) como tantos otros autores al final de sus carreras.







La historia arranca en la Francia de mediados del XIX, época socialmente convulsa e impregnada del movimiento romántico, con la aparición de un misterioso personaje de difuso pasado, siniestra figura y abultada bolsa; acompañada de su exótica criada negra que hace levantar todo tipo de especulaciones.

Pronto descubriremos que este conde guarda muchos secretos, uno de ellos son viejas amistades y un supuesto talento fuera de lo común para la pintura (así como para elegir sus modelos.)






Si algo faltaba hasta ahora para ser un puro remake del Conde de Montecristo era la venganza, y por supuesto está es el eje central de la trama. Una compleja venganza, con muchos peones que mover y extorsionar para finalmente arruinar, deshonrar y destruir a sus enemigos. 

A partir de ahí empiezan las variaciones y añadidos, en general bastante afortunados, como añadir una subtrama de estafa de obras de arte...







Esta caso de estafa conllevará el desarrollo de un juicio mediático, entrando el cómic en una fase de intriga procesal, con abogados, testigos, revelaciones que van desvelando poco a poco el misterio final. Personalmente siempre he pensado que este tipo de escenas de juicios quedan muy bien en el cómic (no se porqué) y esta no es una excepción, de forma que la trama se desarrolla estupendamente de forma muy entretenida y amena.





Es en el juicio donde, a modo de flashbacks, iremos conociendo el pasado de este pintor arrogante y descarado, "manos de oro" le llamaban, y cómo fue engañado e injustamente acusado.






No obstante el guionista propone un último giro de tuerca final, en un intento de desmarcarse del evidente paralelismo con la obra literaria, y se saca de la manga un último secreto que ocupa todo el segundo volumen y que hace que el cómic merezca ser leído.

En conjunto es una obra muy entretenida de leer y maravillosamente dibujada, la recomiendo a los que les gusten las historias de intrigas, misterios y de época. Los dos tomos los publicó Norma y todavía se pueden encontrar fácilmente para el que se anime.


Os dejo una viñeta del segundo tomo para dejaros con las ganas de más...




Que tío, como pinta (porque ya no es dibujo). Por cierto siento que algunos bordes queden borrosos por el scaner, sorry.


3 comentarios:

  1. La historia parece muy interesante, de esas que
    no puedes dejar de leer hasta llegar al final.
    En cuanto al dibujo de Rosinski ...espectacular.

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    1. Vale la pena desde luego. Lástima que le falte un poco para ser une verdadera obra maestra.

      Un saludo Mister Schmitz

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  2. A mi me impresionó tanto la historia como el arte (digo arte porque esto se parece más a la pintura que al dibujo). Disfruté de cada viñeta y aunque el argumento es verdad que tiene algo de "El conde de Montecristo", me encantó.

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