Otra de mis pasiones son los códices y miniaturas medievales, esas pequeñas joyas llenas de detalles y color, que ya anticipan caminos en la pintura y el dibujo que posteriormente explotarán de diversas formas.
Su máximo esplendor tuvo lugar en los siglos XIV y XV, donde los monarcas y señores feudales del momento competían en el lujo y se regalaban estos libros ilustrados a modo de homenaje.
La mayoría se venden en ediciones facsimil (réplicas del original) a muy alto precio lo que las hace prácticamente inaccesibles al público general. Afortunadamente de vez en cuando publican alguno en libros normales aunque son aún muy pocos.
Este que os presento hoy forma parte de los llamados libros de horas, que son libritos de pequeño tamaño que se pusieron muy de moda entonces. El autor es Jean Pucelle que consiguió una técnica exquisita de dibujo y un color a "grisalla"con toques de azul, rojo y amarillo que causan un efecto precioso.
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