21 de junio de 2012

Las muy ricas horas del duque de Berry

Verano.

Bueno bueno, hoy empieza el veranito oficialmente.

Para celebrar esta buena estación nada mejor que poner las miniaturas que realizaron los hermanos Limbourg en este precioso libro de horas para el Duque de Berry, gran mecenas y coleccionista al que le debemos maravillas como esta.

En el siglo XIV así se interpretaban estas estaciones, las escenas muestran a los pobres desgraciados de los campesinos trabajando como mulas en lo que tocase ese mes. Pero sirven para cronificar el paso del tiempo perfectamente en este mundo esencialmente rural.  

Con unas fantásticas ciudades de fondo en cada escena central, y la parte superior con su horóscopo correspondiente, enmarcados en calendarios y estrellas doradas bajo un azul de fondo precioso, hacen de esta obra una de las cotas más altas en la iluminación medieval.



Julio. Segando el trigo maduro y esquilando. (con sombreros de paja como dios manda) 



 Agosto. Al río a bañarse que hace calor, otros pobres siega que te siega y por supuesto los Señores paseando con las damas a caballo con sus ricos vestidos, viviendo en otro mundo vamos. (aunque también llevan sombreros de paja).





Septiembre. Se acaba lo bueno!, ya empiezan las chaquetitas, y parece que empieza la temporada de uvas, pobres campesinos y sus riñones.


Buen verano a todos (que nos lo merecemos).




1 comentario:

  1. Muy bonitos. Lo peor de todo es que en esta época había una fuerte convicción (inamovible, vamos) de que cada cual tenía su lugar en el mundo en base al destino divino. Un campesino jamás dejaría de serlo y probablemente sus hijos tampoco. Si algo hemos avanzado, al menos, es en la posibilidad de tener más oportunidades para cambiar de vida, ocupación y camino.

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