Este artista norteamericano tiene la poca fortuna de tener un nombre muy similar a ese actor que despierta tanta admiración como repulsa (yo soy de éstos últimos).
Sus ilustraciones son calificadas de surrealistas, aunque yo no diría tanto, en ese caso estaríamos ante un curioso caso de surrealismo infantil. Los protagonistas de sus ilustraciones nunca nos muestran su rostro, bien porque ofrezcan su espalda o porque lleven algún tipo de máscara, ésto unido a su actitud reflexiva y su pose reclinada con la cabeza baja hacen que transmitan una sensación de pena y tristeza; si añadimos que suelen ser niños la sensación queda reforzada y despierta la imaginación del observador.
Ciertamente hay elementos recurrentes como las fichas de puzzle, el árbol pelado, el acantilado, la luna... que pueden considerarse surrealistas, aunque es un término que nunca me ha convencido del todo.
Lo que si me convence es la calidad de sus obras, a pesar de la melancolía que rezuman. Es difícil conseguir imágenes suyas de calidad, así que el que lo conozca verá pocas novedades, para los que resulte nuevo creo que les gustará...
(fantástica....)
(no estoy seguro de que sea suya....)
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