Trazo de tiza

Hoy en la sección de Lecturas de Cómic vamos a repesar uno de los más interesantes que ha dado el mercado español en los últimos tiempos. Trazo de tiza, de Miguelanxo Prado, merece ser calificado como especial y diferente; y quizá como una de las obras cumbre del noveno arte, merecedor de los múltiples premios de los que ha sido objeto.

Sin embargo no es un Cómic sencillo, al contrario su excelente construcción dispone de un cuidado mecanismo de "reset" que obliga a una segunda lectura y de ahí hasta donde quieras llegar. Es de esas historias de múltiples interpretaciones, subjetivas, permite muchos enfoques y deja pistas diseminadas que uno no sabe bien si son para ayudar o confundir.

Comprensiblemente puede despertar cierta irritación al lector que busca aventuras o entretenimiento fácil, puede parecer pretencioso e incluso absurdo. Ciertamente no deja indiferente, sin embargo a los que les guste imaginar posibilidades, dejarse seducir por el juego de pistas, y disfrutan ante el misterio a pesar de lo molesto de la ausencia de certezas, este es su Cómic.

Esta es la edición más habitual y fácil de encontrar, aunque me parece que acaban de sacar una nueva con otro Extra. Norma tiene toda una colección dedicada a este autor al que ya conocíamos de zona 84 con Stratos o La enciclopedia délfica, ambos en blanco y negro. en Trazo de tiza Prado despliega un color que nos deja a todos atónitos ante la belleza de las viñetas, siendo desde entonces una de sus señas de identidad.

La historia comienza con Raúl arrastrado por una tormenta a un pequeño islote con un faro estropeado, un espigón desproporcinado y lleno de mensajes y una posada regentada por Sara y su taciturno hijo.  También está Ana, dueña del barco al otro lado del muro que ha llegado unos días antes .

Es este micromundo se inicia esta historia en apariencia sencilla pero que va cobrando poco a poco tintes claustrofóbicos y subidas de tensión inesperadas. Hay que reconocer que Prado está de sobresaliente en la creación de atmosferas y sensaciones. 

A nivel visual cada viñeta es una maravilla, si bien es cierto que no es exactamente mi estilo de dibujo preferido, el color y los constantes encuadres desde lo alto del faro o desde la base de la isla junto al omnipresente mar hacen de este Cómic una joya auqnue sólo fuera por este apartado.

La historia se centra en los intentos de Raúl por acercarse a Ana la cual se muestra más bien fría y distante cuando no directamente borde, lo que no hace desfallecer pobre hombre cautivo ya de su encanto y misterio.

   

La tensa calma que se va percibiendo en la isla cambiará con la llegada de otro barco, señal de mal augurio según la tabernera. Los tímidos avances de Raúl se verán afectados por nuevos acontecimientos que empiezan a escapar a su control. 

La verdad es que el par de cretinos que llegan en el tercer barco son de lo peor.

La tensión de la trama va en aumento como corresponde a cualquier historia normal sin embargo el autor propone un desenlace sorprendente, un giro que te obliga a replantearte todo lo visto hasta entonces y volver a montar las piezas de este puzzle.

Aquí esta el mayor logro del Cómic, el gran atrevimiento del autor que fuerza una historia circular para que puedas una y otra vez releerla bajo nuevos enfoques y con más atención a los detalles. De la misma forma puede suponer un fiasco para muchos lectores.  

He estado tentado de dejar un apartado de spoiler con mi interpretación que más me va pero realmente no tiene sentido y rompería la magia de esta obra que se debe descubrir por uno mismo.

Únicamente añadir el estupendo epílogo extra dedicado a Hugo Pratt (de 10).